En Aparecida 2007, los Obispos proclamaron: "Esperamos... mantener con renovado esfuerzo nuestra opción preferencial y evangélica por los pobres". Por ello vivimos, en unión con los fieles de aquellas regiones, y compartimos su abandono.
En cada centro misional estamos un grupo de 6 a 8 religiosas. Luchamos más que nada contra la ignorancia y el pecado. Son ellos los enemigos más funestos de la humanidad. Y han ganado tanto terreno por estar la gente sin atención religiosa.
Siendo nosotras de Jesús Verbo, combatimos la ignorancia en caridad docente; perteneciendo a Jesús Víctima, acometemos el pecado en caridad penitente.